
1. Capacidad:
- Memoria Flash: son los de menor capacidad y los más baratos, pero puede que el usuario no necesite o no pueda pagar más. Aunque existen de 128 y 256 MB, seguramente a esta altura ya estén descatalogados y podrán albergar muy pocas canciones. Lo más común es encontrarlos desde 512 MB hasta 8 GB. Si se los adquiere con poca capacidad de serie pero luego interesa ampliarla, ya hay modelos que admiten tarjetas.
- Disco duro: si el usuario quiere llevar toda su discoteca en la palma de la mano, tendrá que optar por un reproductor con disco duro. Los hay hasta 80 GB, y suelen incluir más funciones. El dato importante no es el número de canciones que caben en el reproductor, sino la capacidad que tiene. Así cada uno podrá hacer sus propios cálculos. Una canción en MP3 con buena calidad ronda los 4 MB.
2. Prestaciones: aunque se utilizan principalmente para llevar música, son muchos los reproductores que también incluyen visualización de fotografías y video.
Además de la capacidad, se debe prestar especial atención a la pantalla. No ofrecerá demasiada autonomía un reproductor de video de 2 GB. Tampoco resultará muy cómodo ver una película en una pantalla de 1,5 pulgadas. Si uno va a ver video, es imprescindible que la pantalla sea al menos de 2,5 pulgadas.
Por último, es muy lindo que el MP3 tenga pantalla en color, pero si sólo se va a reproducir música, bastará con leer el título de las canciones, así que no siempre es fundamental como extra.
3. Tamaño: se debe pensar bien si vale la pena llevar un MP3 diminuto. Salvo contadas excepciones, los fabricantes tienden a reducir el tamaño pero no los hacen más manejables, y la pantalla también se reduce. No es cuestión de llevar un ladrillo, por supuesto, pero no facilitará el uso el hecho de que cada botón sirva para siete opciones distintas, cuando no hay apenas diferencia entre llevar un MP3 de 40 y 100 gramos.
4. Autonomía: un reproductor de memoria flash gasta menos batería que uno con disco duro.
Cuanto mayor sea su capacidad, más batería gastará. Por otro lado, es importante decidir si se elige uno que lleve pilas o batería, además de si tiene varias posibilidades para cargarlo además de la corriente eléctrica: por USB, si necesita de una base especial, etc.
Sería deseable que la batería del MP3 fuese reemplazable, ya que con el tiempo si ésta se deteriora se puede comprar otra y sustituirla.
5. Fabricante: ni todos los MP3 de una marca conocida son buenos ni todos los buenos son de una marca conocida. Como regla, un buen fabricante suele garantizar una buena calidad de los materiales y una interfaz intuitiva.
6. Extras: algunos MP3 incluyen software para gestionar la música o convertir entre distintos formatos. Aunque es una buena iniciativa, es recomendable que se puedan pasar archivos desde la computadora sin necesidad de tener nada instalado. Por otro lado, es bueno que incluya radio y si el dispositivo permite grabar de ella. Muchos modelos también incluyen micrófono, lo que permite usarlos como grabadora.
Fuente: Universia Tech Center
- Memoria Flash: son los de menor capacidad y los más baratos, pero puede que el usuario no necesite o no pueda pagar más. Aunque existen de 128 y 256 MB, seguramente a esta altura ya estén descatalogados y podrán albergar muy pocas canciones. Lo más común es encontrarlos desde 512 MB hasta 8 GB. Si se los adquiere con poca capacidad de serie pero luego interesa ampliarla, ya hay modelos que admiten tarjetas.
- Disco duro: si el usuario quiere llevar toda su discoteca en la palma de la mano, tendrá que optar por un reproductor con disco duro. Los hay hasta 80 GB, y suelen incluir más funciones. El dato importante no es el número de canciones que caben en el reproductor, sino la capacidad que tiene. Así cada uno podrá hacer sus propios cálculos. Una canción en MP3 con buena calidad ronda los 4 MB.
2. Prestaciones: aunque se utilizan principalmente para llevar música, son muchos los reproductores que también incluyen visualización de fotografías y video.
Además de la capacidad, se debe prestar especial atención a la pantalla. No ofrecerá demasiada autonomía un reproductor de video de 2 GB. Tampoco resultará muy cómodo ver una película en una pantalla de 1,5 pulgadas. Si uno va a ver video, es imprescindible que la pantalla sea al menos de 2,5 pulgadas.
Por último, es muy lindo que el MP3 tenga pantalla en color, pero si sólo se va a reproducir música, bastará con leer el título de las canciones, así que no siempre es fundamental como extra.
3. Tamaño: se debe pensar bien si vale la pena llevar un MP3 diminuto. Salvo contadas excepciones, los fabricantes tienden a reducir el tamaño pero no los hacen más manejables, y la pantalla también se reduce. No es cuestión de llevar un ladrillo, por supuesto, pero no facilitará el uso el hecho de que cada botón sirva para siete opciones distintas, cuando no hay apenas diferencia entre llevar un MP3 de 40 y 100 gramos.
4. Autonomía: un reproductor de memoria flash gasta menos batería que uno con disco duro.
Cuanto mayor sea su capacidad, más batería gastará. Por otro lado, es importante decidir si se elige uno que lleve pilas o batería, además de si tiene varias posibilidades para cargarlo además de la corriente eléctrica: por USB, si necesita de una base especial, etc.
Sería deseable que la batería del MP3 fuese reemplazable, ya que con el tiempo si ésta se deteriora se puede comprar otra y sustituirla.
5. Fabricante: ni todos los MP3 de una marca conocida son buenos ni todos los buenos son de una marca conocida. Como regla, un buen fabricante suele garantizar una buena calidad de los materiales y una interfaz intuitiva.
6. Extras: algunos MP3 incluyen software para gestionar la música o convertir entre distintos formatos. Aunque es una buena iniciativa, es recomendable que se puedan pasar archivos desde la computadora sin necesidad de tener nada instalado. Por otro lado, es bueno que incluya radio y si el dispositivo permite grabar de ella. Muchos modelos también incluyen micrófono, lo que permite usarlos como grabadora.
Fuente: Universia Tech Center
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